El sistema de escape de tu vehículo, no solo es importante para el mismo, sino también para no contaminar. Por decirlo de alguna manera, en su día a día, el sistema de escape está sometido a duras pruebas: cambios frecuentes y elevados de temperatura, corrosión interna por la acidez de los residuos gaseosos, corrosión externa por el agua y la sal... por ello debe ser objeto de atención particular. De igual forma se recomienda la comprobación periódica del estado de las gomas, arandelas o muelles que mantienen el tubo de escape.
El papel del tubo de escape de tu coche no es para nada despreciable. Reduce el ruido, la temperatura y la velocidad de salida de los gases así como de las emisiones contaminantes y mejora el rendimiento del motor.